lunes, 23 de febrero de 2015

EL PASQUÍN DE BARRANQUILLA

¿DE ESA ESTATURA INTELECTUAL ES EL DIARIO QUE NOS MERECEMOS?

Barranquilla merece un periódico que esté en concordancia con su pasado, su presente y las buenas expectativas. No hay lugares para los desteñidos en favor de la ciudad... para nada... tampoco vamos a exalzar a la competencia por que esta no existe... mas sin embargo, ya los diarios que hoy operan han quedado rezagados por los niveles de avance que presenta la ciudad. Un diario, periódico o papel impreso de algún lugar que represente no son meras páginas llenas de tinta... ni más faltaba... Una publicación de este estilo denota y entrega fidedigna y representativamente el acontecer local y nacional; es mas sopesa en sus páginas su pulso intelectual, emplaza sus pormenores y sus cuitas y por qué no decir de más, expone los derroteros para marchar hacia adelante.
Barranquilla no posee publicación seria y sensata alguna. Hoy quizá nos conformamos en saber y actualizarse de los hechos comunes corrientes... casi que aburridores. Pero una ventana que enaltezca el alma, que muestre la nueva vertiente o de por sí cualquiera que otra opción iluminante no la tiene.
Se preocupan más los dueños del diario de la pauta publicitaria del apoteósico y gran mercader que de los propósitos nobles e intrínsecos del diario. ¿Neoliberalismo de esfera privada? ¿Qué es...? 
Ni ellos lo saben... la oscura inercia del descontrol los trasiega en pleno desatino... 
Foto 1. Parque del barrio El Golf Barranquilla

Leer un periódico que no marca la realidad como tal es un desafuero completo... El Pasquín escribe para unos pocos siempre esperando que los muchos que lo lean quedarán aleccionados. No hay más desprestigio para un diario que creerse sus propias mentiras y vociferarlas a los cuatro vientos.

¿Cómo es posible que las columnas de opinión y los editoriales se las prestan a los amigotes de turno? ¿Han hecho acaso el cálculo de quién los lee? Simplemente no les interesa... las lecturas nunca van dirigidas a enseñar... más bien son especies de refrendaciones y exámenes de supuesta sensatez para que los mismos escritos sean percibidos en Bogotá, Medellín u otros lares... Si hiciesen una encuesta objetiva y clara creo que no pasan de 350 lecturas diarias por columnas y en ese caso, de pronto algunas de las relevantes. Las demás ni las miran... Entonces seamos sensatos: Las columnas de opinión no van dirigidas a orientar la opinión sino a que los lean los doctos de otras geografías... más si esas son paramunas.

La mayor precariedad y síntomas de mediocridad se percibe siempre en lo que lees... si es que leen... del resto olvídense. Los dirigentes de la ciudad siempre han pensado que todas las decisiones que tomen y llenen sus bolsillos no tendrán consecuencias contra ellos. No pueden ser más ilusos... 


Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

@VictorMarenco