jueves, 5 de enero de 2017

EVALUACIÓN DE LAS OBRAS DE PROTECCIÓN DE TALUDES DEL CANAL DEL DIQUE



I. INTRODUCCIÓN


El fondo de Adaptación, en conjunción con la Gobernación del Atlántico y el Ministerio de Hacienda, tienen a su cargo las labores de reparación, adecuación y estabilización de los taludes (o barrancas en lenguaje coloquial) del Canal del Dique. El día 30 de noviembre del 2010, a las tres y cuarto de la tarde, se presentó una rotura gravísima de los taludes, estructuras, capa de rodadura y el emplazamiento del terraplén que compone la vía-dique que va desde la carretera oriental, hasta el municipio de Santa Lucía (Atlántico). Como es sabido, esto trajo unas consecuencias nefastas para la vida y el desarrollo rural de varios municipios del sur del departamento en mención. El boquete duró abierto por más de un mes y medio y las aguas alcanzaron a inundar a Santa Lucía, Campo de La Cruz, Candelaria y parcialmente a Manatí e inmediaciones de Sabanalarga y corregimientos aledaños. La situación macro-económica de la región del sur, se agravó sobremaneramente...

El propósito es entregar una evaluación ecuánime y enmarcada en el punto de vista socio-ingenieril, de forma tal que se identifiquen las falencias presentes, se entreguen algunas pautas de solución y finalmente, radicar una información que no se encuentra en los medios periodísticos del país. Resalto que a pesar de las inversiones realizadas, con mucha tristeza me percaté que hay muchas personas en la calle, sin sus necesidades básicas resueltas después de seis años de lo ocurrido.


II. CONDICIÓN DE LA VÍA

La vía parte desde el desvío, a partir del puente del Canal del Dique desde el municipio de Suán en dirección a Santa Lucía. Esta vía fue reparada por la concesión vial del Atlántico entre el 2008 y el 2010 y su condición actual, con base en el recorrido que se hizo, dista de ser la mejor. A saber:


Foto 1. Baches, hondonadas, fracturas de estructuras de manejos de escorrentías de la vía a unos 3 km desde el desvío del puente. Es necesario indicar, que un incremento de aguas puede ocasionar un fuerte debilitamiento de la vía y por ende, degenerar en un nuevo rompimiento como el anterior. 
























Conocemos de sobra, por experiencias anteriores, que tales estados malogrados arriba descritos, son peligrosos y rotundamente contradictorios con el propósito de la obra: Proteger de la avenidas de agua del Canal del Dique y posibilitar un tránsito vial adecuado. Esta megaestructura requiere un plan de reevaluación y acondicionamientos de objetivos y propósitos. Si el agua no escurre, daña toda la capa de rodadura y las capas de sostenimiento.

La margen del talud o barranca que linda con el canal, está llena de árboles mayores como puede observarse en la foto 1 a la derecha. Esto es un problema mayor y es quizá el más grave y craso error que se puede cometer en términos de defensa. La composición arbórea cuando crece a la vera del camino, cuando alcanza grados de maduración y edades que sobrepasan los 10 años, penetra con sus raíces la estructura lateral del talud, lo penetra y por lo tanto, se corre el gran riesgo de caídas de árboles en temporadas lluviosas y generación de fallamientos incipientes del talud. Ningún talud de este estilo se protege con árboles a causa de la razón anteriormente explicada. Se prefieren las gramíneas de alta expansión y bajo crecimiento o la postura de protecciones planas, como los enrocados calizos, muy abundante en la cercanía, amorterados con mezcla de cemento y arena.

Foto 2. Otra vez la vía sin drenaje. Este diferencial topográfico ahora es más acentuado en la zona del boquete que antes de la inundación. ¿Qué significa? Simplemente que entre más el gradiente, más posibilidades que se repita el mismo fenómeno en una crecida. 
























El desgaste de la capa asfáltica quizá se deba al uso frecuente e incidente, por parte de camiones de doble troque de 45 ton en una vía que no estaba diseñada para tal fin. Obvio, producto de la emergencia y la solución expedita de una catástrofe de tal tipo. Aquí es notorio, pero eso no es óbice para entrar de lleno a solucionar la estabilidad de la condición del asfalto. El mismo, el asfalto juega un papel preponderante en la condición de estabilidad de la vía-dique cuando el agua sobrepasa la estructura, como ha ocurrido.

Foto 3. Una carpeta asfáltica en buena condición, permite la conservación de la estructura vial en las mejores condiciones. Esta instantánea brinda un efecto de ese tipo y como se muestra, las aguas del Dique si han sobrepasado la estructura vial. La inundación de este tipo, es un hecho de horas... Nunca es permanente y se puede soportar. 
En la condición actual, una capa de rodadura en mal estado no soportaría el sobrepaso de la corriente y por ende, degeneraría en una erosión superficial externa, que implicaría el rompimiento de las capas estructurales. Se insiste, en una vía-dique como la que aquí se analiza, la carpeta asfáltica juega un papel crucial. Quizá el régimen de lluvias imperante en la zona, hace de que nos olvidemos de estas problemáticas.

Foto 4. Canal del Dique a la derecha. Unos 36 metros de retiro y el árbol mayor, montado sobre el talud. Esta condición es contradictoria con la estabilidad de la estructura de la vía-dique. El 30 de noviembre del 2010 el agua estaba a 1 metro con  30 centímetros por debajo de la carpeta. El terreno se ablanda y los árboles caen. Se causa una falla de talud...

























El nivel del canal va a llegar sin duda alguna a cotas mayores que las del 2010. El riesgo es inminente y la condición de vulnerabilidad es aún mayor. La prevención va de la mano de la organización y la programación de las obras. Los árboles de acuerdo a su tamaño originan fallas de diversa índole. Estos taludes urgen de un sistema de defensa que garantice su estabilidad absoluta en caso de las subidas de los niveles de agua a alturas fuera de orden. Las cercas jamás pueden colocarse tal y cual como se muestran en la fotografía. Ellas son las que siembran los árboles y de paso también se presentan como factores de desequilibrio. La postería de sostén de la transmisión de energía, jamás debe estar localizada en el área de contacto con el agua del Canal del Dique.

La vía precisa ampliarse y elevarse a la luz de los últimos acontecimientos. Los diferenciales topográficos preocupan demasiado, mas sabiendo que el sur del Atlántico, antes del canal del Dique, estaba ocupado por ciénagas colectoras y de amortiguación que recibían las inundaciones, y las contenían mientras pasaba la temporada invernal. El Canal del Dique es un factor antrópico que debe adecuar sus incidencias a los regímenes hídricos e hidrológicos.


III. CONDICIÓN DE LOS TALUDES DEL CANAL DEL DIQUE

Ninguna obra que exprese un represamiento de aguas en movimiento y cuyo tránsito esté más elevado que el sitio que defiende, puede estar sin protección de talud, especialmente en el sitio por donde corre el fluido. Esta máxima aprendida, es casi que una orden de gendarmería. En nuestro caso lo está y el fallamiento de sus taludes es progresivo en el tiempo y en el espacio, como se muestra en las siguientes instantáneas. ¿Por qué?  Sin acatar con base en procedimientos ingenieriles condiciones de este estilo, estamos postergando de nuevo esta tragedia para los próximos años. Aún a sabiendas que las tragedias no avisan ni pasan cartas de invitación, sería conveniente partir de este principio para esbozar un plan de trabajo integral.

Es lógico que saldrá más caro e inconveniente, mover las poblaciones, reorganizar la logística rural, cancelar los sembradíos y olvidarnos de las carreteras... o de los diques... Es un imposible volver a los tiempos cuando esos espacios eran amortiguadores y receptáculos de subidas de aguas...

Foto 5. Los 35 metros de retiro de la vía-dique, también deben protegerse. Aunque este retiro no es constante, si puede presentar altos niveles de socavación como lo ocurrido en el 2010. Aquí hay un mecanismo de falla incipiente que requiere la atención del caso y urgente. 
























En la vía se enfatiza en proteger el talud de la vía-dique pero nos olvidamos que es imperioso proteger esta área en las inmediaciones del boquete. Lo existente hasta el momento sigue siendo temporal después de seis años de ocurrida la tragedia. No se recomiendan los cultivos de pan coger en esta área tal como se realiza en este momento. Yo esperaría conocer un plan detallado en este respecto.

La colocación de los postes que sostienen la red de energía eléctrica es un error craso. ellos deben estar colocados en la otra orilla. Las causa de esta sugerencia estriba en las mismas razones por la cual analizamos la condición de la vegetación arbórea.


Foto 6. Así luce el talud del área del boquete. Sin protección alguna e incluso, con árboles. Las gentes de Santa Lucía conocen al dedillo dónde es que se está acentuando el debilitamiento de estos neo-taludes.
El sector del boquete, que fué cerrado con base en actividades urgentes no presenta una condición final de la solución. No está estabilizado considerando procedimientos ingenieriles. Todavía presenta visos del cierre, pero no hay una nueva vía paralela la cual es imprescindible, no están los drenajes solucionados, no hay protecciones de taludes en esta área crítica y tampoco existe una solución de la capa de rodadura. El desvío actual es antitécnico.

El rezago y síntomas de olvido son evidentes. Tanto los entes a cargo, como los que viven en las cercanías, deben preocuparse por un mejoramiento sustancial del sitio que presenta la mayor vulnerabilidad en caso de repetirse las condiciones que originaron la tragedia del 2010.

Foto 7. Talud del Canal del Dique en inmediaciones del municipio de Santa Lucía. Hecho con enrocado calizo integrado con mortero arena cemento. Estable, fuerte y económico en su ejecución. 























Me causa extrañeza que la solución con el enrocado no prosiguiera a todo lo largo del talud que protege a Santa Lucía. creo que debe retomarse esta alternativa e implementarla. Fuera que es muy sencilla al ejecutarla, unas cinco veces más barata que las nuevas opciones, implementa mucha mano de obra de la localía, lo cual, objetivamente redunda en beneficios sociales.

Foto 8. Postura de las colchacretos en el talud que protege Santa Lucía. Se observaron rotura en el plástico contenedor, ablandamiento del concreto y blandura del mismo. Me percaté que debajo de la lámina de agua el concreto no está en buena condición. 
























La colocación de las colchas rellenas con concreto hidraúlico a 3000 PSI de resistencia es una alternativa nueva pero nunca innovadora. Es carísima, no utiliza los materiales de la zona y tampoco considera la fuerza de trabajo laboral de personas que viven en la periferia. Los rendimientos no es que sean tan sustanciales ni dramáticos como se usa con base en la postura del material enrocado.

























Algunas consideraciones de la patología de las colchacretos deben estudiarse ya que es inadmisibles que se presentes huecos, oquedades y hundimientos en el concreto, que se supone debe estar estable en toda su extensión. Caminar encima de esa estructura no es nada recomendable.


IV. CONCLUSIONES

Se enumeran las siguientes:

  1. Reevaluar el plan Integral de Obras. Darle curso prioritario a aquellas más sensibles dentro de un orden de ejecución que debe establecerse. 
  2. Revisar todo el concepto de la estabilización de los taludes. En detalle según las observaciones que se hacen aquí como la de otros expertos.
  3. Determinar con detalle cuál es la solución óptima para particularizar la estabilidad de los taludes tanto en el área del boquete como en los otros de elementos a diagnosticar. 
  4. Remodelar y rediseñar la estructura de la vía-dique. Es muy pequeña en la actualidad y se debe proyectar su expansión y extensión. 
  5. Aislar estas obras de cualquier práctica de corrupción, unidireccionamiento de contratos y asignación a dedo de los mismos. 
En espera de sus comentarios, atentamente,



Ing. MSc. Víctor Hugo Marenco Boekhoudt